La
solución de calefacción y refrescamiento por techo en placa de yeso
laminado (PYL) es la evolución lógica a que tiende el sector de la
climatización radiante.
La experiencia en el diseño, prescripción y uso
de las instalaciones radiantes tradicionales (por suelo) , nos ha
mostrado las limitaciones que plantean. Gran inercia térmica (no
recomendable en edificios de uso esporádico, como segundas viviendas);
dificultades para incorporarlas en obras de rehabilitación y límites de
la potencia que pierden entregar estas particularidades intrínsecas, no
permiten recomendarlas en y todos los casos y marcan el camino a seguir:
desarrollar un sistema alternativo o complementario, que elimine en la
medida de lo posible, todos los aspectos negativos antes mencionados,
sin renunciar a sus grandes ventajas: máximo confort por la uniformidad
en la entrega de calor, mínimos movimientos de aire por convección u por
último un importante ahorro energético
La solución de calefacción y refrescamiento “modular” es otra de las evoluciones naturales que se plantean en el ámbito de la climatización radiante. Las instalaciones tradicionales (por suelo) no son el sistema más adecuado para construcciones cuyo uso está limitado a in horario laboral o una ocupación ocasional. Introducirlas en una reforma es más que complicado.
Para dar una solución a edificios diseñados con techos registrables o desmontables (edificios de oficinas , locales comerciales, hoteles, etc..) requería de un sistema nuevo y específicamente pensado para ello. Este “traje a medida” facilita enormemente la rehabilitación , simplifica los trabajos de sustitución y proporciona todas las ventajas del techo radiante: máximo confort, importante ahorro energético y los ya mencionados mínimos cambios de temperatura en el aire a diferentes alturas e inexistencia de convección por lo que se mejora la salubridad del edificio.
El
sistema de pared radiante en placa de yeso laminado es una solución
pensada para complementar a las anteriores.
Parte de las mismas premisas
que nos llevaron al desarrollo de los sistemas de techo , en algunos
casos, el cálculo de las instalaciones para ciertos espacios a
climatizar nos recomendaba dar un apoyo al resto de superficies
radiantes, por ejemplo: aportar con una mayor cantidad de calor en
viviendas con suelos radiantes ya instalados que por deficiente
aislamiento térmico de la envolvente necesitaba más energía de la que
dicho suelo podía entregar.
Fue ahí, donde se planteó aplicar la
solución desde las paredes, ya que además, añade un extra de aislamiento
térmico y acústico. Posteriormente se ha revelado como un sistema
válido por sí solo.